Nombre
común:
Pitón Real o Pitón Bola.
Nombre
científico:
Python regius.
Familia:
Boidae.
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Habitat
natural:
África Central y Occidental, comprendiendo los países de Nigeria,
Uganda, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Ghana, Benin y Togo. Donde la
temperatura varía desde los 15o a los 45 oC.
Tamaño:
Al nacer miden entre 20 y 30 cm. El tamaño promedio de ejemplares
adultos es de 120 a 150 cm. Aunque algunos ejemplares hembras pueden
llegar a los 180 cm. Generalmente las hembras son más grandes que
los machos. De diámetro alcanzan de 10 a 15 cm.
Promedio
de vida en cautiverio:
Entre 20 y 30 años. El record de la Python regius más
longeva en cautividad es de 48 años.
Apariencia
general:
La cabeza tiene forma oval estrecha, posee un cuello
estrecho, cuerpo robusto y cola relativamente corta. El color básico
va del marrón dorado claro al amarillo crema, roto por dos franjas
longitudinales de forma irregular, color marrón chocolate, unidas
por rayas transversales a intervalos irregulares. Las manchas de
color claro entre las rayas transversales pueden tener uno o más
borrones marrón chocolate dentro de sus límites.
La
parte superior de la cabeza es de color chocolate, limitada a cada
lado por una raya de
color claro que va del hocico al cuello. La parte inferior es de
color blanco marfil, pudiendo tener o no, manchas más oscuras.
Tienen
un complejo y desarrollado sentido del olfato así como el del
tacto. Poseen pupilas verticales como todas las especies de hábitos
nocturnos.
Se
conocen actualmente 62 variaciones genéticas (morfos). Entre los
que destacan: albino, piedball, spider, leucistic, lavender, pastel,
caramel, etc.
Terrario:
A prueba de fugas. Son serpientes muy fuertes que pueden fácilmente
levantar tapas o abrir puertas mal cerradas. Aunque es una serpiente
principalmente terrestre, le gusta trepar en troncos o lianas.
Medida
mínima: 90 cm de largo, 45 cm de ancho y 50 cm de alto.
Medida
recomendada: 120 cm de largo, 45 de ancho y 50 cm de
alto.
Temperatura:
El ciclo de temperatura diurna-nocturna es muy importante
para las serpientes.
Día:
De 25 a 30 oC, con un área iluminada mediante un spot
que caliente entre 30 y 34 oC
Noche:
De 20 a 23 oC, apagar el spot.
No
se recomienda utilizar lámparas de cerámica porque resecan el aire
del terrario. Es mejor utilizar el spot de amplio espectro.
Humedad:
Superior a 60%, siendo lo ideal entre 70 y 80%.
Iluminación:
No necesitan ninguna clase de iluminación artificial ni rayos UV,
basta con que en la habitación donde se encuentre el terrario haya
una ventana por donde entre luz. Los fotoperiodos (ciclos de
día y de noche) son muy importantes; debemos brindarles entre 10 y
12 horas al día de luz. Se ha demostrado que los ejemplares en
estas condiciones se alimentan mejor y tienen excelentes crías.
Sustrato:
El mejor sustrato por su facilidad de limpieza e higiene es el papel
periódico, no obstante su aspecto es muy pobre. Se recomienda
utilizar viruta de ciprés que retiene muy bien la humedad y
no es tóxico. Por ningún motivo emplear cedro ni pino, ambos
suelen ser tóxicos para esta serpiente.
Alimentación:
Hay muy poca información de lo que come la pitón real en la
naturaleza, de ahí que la mayoría de los ejemplares que son
capturados tengan problemas para alimentarse en cautiverio. El
record de una pitón real sin comida es de 22 meses.
Por
ello, siempre será recomendable un ejemplar que proceda de un
criadero. Así, estará acostumbrada desde pequeña a comer ratones
y ratas. Cuando están en desarrollo debe dárseles de comer
uno o dos ratones cada 7 u 8 días. Por supuesto, el tamaño de la
presa será proporcional al tamaño de nuestra serpiente. Para los
pitones ya adultos, hay autores que señalan que deben comer una
rata cada 10 ó 15 días, dependiendo también de su ciclo de
defecación.
Para
mayor información recomendamos ver en la sección de alimentación,
el artículo “Tips básicos para alimentar a las serpientes”.
Reproducción:
Lo primero que se necesita para la reproducción, es obviamente
sexar a nuestros ejemplares y estar seguros de que tenemos una
pareja. El macho alcanzará la madures sexual a los 2 años;
mientras las hembras requerirán 3 años y en algunas ocasiones más
para alcanzar la madures y el tamaño apropiado para reproducirse.
El macho estará listo cuando mida entre 82 y 86 cm; pero las
hembras tendrán que medir forzosamente más de 100 cm y pesar un
kilo para poder llevar a cabo una puesta sana y con posibilidades.
Además, cabe señalar que únicamente estarán en óptimas
condiciones una vez al año. Deben estar perfectamente alimentadas
para que puedan producir los huevos.
Los
machos cortejarán a las hembras durante todo el año, pero estas
son únicamente receptivas hasta los meses en que baje más la
temperatura. La reproducción en cautiverio coincide con los ciclos
de invierno en Norteamérica y Europa, aunque hay evidencias de que
los pitones reales pueden reproducirse en cualquier época del año.
Kevin
McCurley, para comenzar con la reproducción, recomienda bajar la
temperatura por las noches gradualmente de
24 a 21 oC por un periodo de dos a cuatro semanas.
Es muy importante verificar el estado de salud de los ejemplares
para prever enfermedades respiratorias. Durante el día, las
temperaturas deben elevarse entre 26 y 29 oC con un spot
como se señala arriba.
Algunas
semanas con estas variaciones en la temperatura, llevarán al macho
a interesarse en la reproducción. Este ciclo puede tardar de dos a
cuatro meses para ser efectivo. Se debe sumar además un fotoperiodo
más corto, es decir unas 8 horas de luz al día. Bajo estas
condiciones se elevarán los niveles de testosterona del macho y
aumentará la producción de esperma.
Hay
algunos especialistas que recomiendan no alimentar a las pitones en
este periodo y otros prefieren continuar alimentándolas pero con
presas más pequeñas. Esto debido a que con las bajas temperaturas
la digestión se dificulta.
Existen
pruebas que indican que si se mantiene separados los sexos hasta la
época de apareamiento, aumentarán las probabilidades de éxito en
la reproducción. Junte a la pareja y verá a continuación todo el
cortejo hasta que el macho utilizará los espolones (vestigios de
patas) para acomodar a
la hembra en la posición requerida. Una vez acomodado, sacará un
hemipene y lo introducirá en la hembra, quien recibirá el esperma
y lo podrá retener durante meses hasta el periodo de ovulación.
Una
pareja puede copular durante horas o por días. Puede dejar juntas a
las pitones durante una semana para que sigan apareándose. En
cautiverio es recomendable un mínimo de seis cópulas durante
cuatro o seis meses para obtener huevos fértiles. Regrese a la
hembra a su terrario y ofrézcale alimento. Generalmente dejará de
comer después de la tercer semana de gravidez y no se alimentará
hasta que ponga los huevos o si los incuba ella, hasta que éstos
eclosionen.
La
única manera de saber si está preñada es observar si ocurre la
ovulación, esta será aproximadamente unos 25 días después de la
cópula y durará únicamente dos días. Se notará porque la hembra
tendrá la apariencia de haber comido una presa grande (todos los días
hay que observarla). Una vez preñada se debe reducir al mínimo la
manipulación para evitar que se estrese. Déjela tranquila a una
temperatura óptima de 29 oC con un spot, proporcione un
escondite y comience a preparar el nido para la puesta.
Luego
de 10 a 14 días de la ovulación, la hembra mudará la piel, señal
de que los huevos serán puestos unos 27 ó 35 días después. En
algunos casos, hay hembras que tardan hasta 45 días, debido a una
temperatura más baja y a un lento desarrollo de los huevos. En
promedio, estamos hablando de que una vez preñada la hembra pondrá
los huevos entre 60 y 70 días.
Para
el nido será necesario hacer un orificio en la tapa de una caja de
plástico para que la hembra entre a poner los huevos. Colocaremos
la caja dentro del terrario en el lado fresco. Es muy importante
esto porque si la ponemos del lado caluroso los huevos se pueden
morir. A la caja le pondremos de sustrato una gran cantidad de musgo
o “peat moss” de tal forma que la hembra pueda acomodarlo a su
gusto.
Es
necesario monitorear la temperatura del nido, para ello se
recomienda un termómetro digital. La temperatura óptima debe
fluctuar entre 29 y 31. La humedad debe situarse en los mismos
rangos que todo el terrario, es decir, superior a 60%.
La
puesta por lo regular se da en la noche o en las primeras horas del
día cuando todavía hay oscuridad. Ponen en promedio cinco o seis
huevos, aunque algunos ejemplares con mayor edad llegan a poner
ocho. El record de huevos puestos por una Python regius es de 15.
La
hembra se enrolla alrededor de los huevos para incubarlos. Hay
autores que recomiendan que ellas mismas los incuben, aunque la
mayoría dicen que es mejor incubarlos artificialmente, pudiendo con
esto controlar la humedad y la temperatura. Además de que podremos
ya alimentar a la hembra. En caso de que ella los incube, no probará
alimento hasta que las crías hayan nacido.
De
cualquier modo, sea cuál sea el método que usemos de incubación,
debemos tener cuidado con la hembra. En estos momentos se vuelve muy
agresiva y se estresa fácilmente. Por supuesto no hay que
manipularla ni antes de que ponga los huevos ni después, salvo que
sea necesario. Lo mejor es cubrirle con una toalla la cabeza para
que no vea y se estrese lo menos posible. La incubación lleva
aproximadamente 60 días.
Si
se decide incubar los huevos, es necesario tomar en cuenta que por
ningún motivo se deben de rotar. Tienen que estar tal y como ella
los puso. Si un huevo se voltea o se cambia de posición es casi
seguro que morirá. En muchos casos, los huevos se pegan entre sí
cuando la hembra los junta para incubarlos. De igual manera, nunca
debe tratar de separarlos, si lo hace, el embrión también morirá.
Para
saber si los huevos están vivos o han sido fecundados, bastará
verlos en un cuarto oscuro, ayudados por una linterna. No es
necesario moverlos para ello. Si notamos pequeños hilos de sangre
(venas) al interior del huevo quiere decir que sí fue fecundado.
Los hilos de sangre se notan más después de unos días de la
puesta. Y en los huevos no fecundados encontraremos indicios de
moho. Si es posible retire estos huevos que no tardarán en
pudrirse.
Ahora
bien, como dije antes, hay autores que recomiendan la incubación
maternal. Si usted decide esto se encontrará ante un escenario
inimaginable. Se dice que todos los reptiles son de sangre fría
porque son incapaces de regular su propia temperatura; no obstante,
durante la incubación de las pitones sucede que estas sí logran
mantener su temperatura a través de pequeñas contracciones de sus
músculos. Lo que no pueden hacer es elevar la temperatura más de
la que el ambiente marca. Si necesita más calor, lo que la hembra
hará, es salir del nido y calentarse bajo el spot y retornar de
nuevo a lado de los huevos. Su cuerpo es el mejor termostato y
mantiene a la perfección los huevos. También son capaces de
retener la humedad del sustrato.
Durante
este proceso no comerá, pero sí podrá salir a beber agua, manténgala
siempre fresca y limpia. La humedad del terrario manténgala alta,
que no baje de 60 y si es posible de 70%. Hay casos en que la hembra
ha utilizado su propia orina para prevenir la deshidratación de los
huevos. Mantenga la caja del nido a unos 30 ó 32º C., utilice un
termostato para mayor seguridad.
Si necesita conseguir más humedad puede aspersar el sustrato
del nido y a la hembra con cuidado de no mojar los huevos.
En
algunas ocasiones la hembra desecha uno o dos huevos del nido. Los
huevos siempre tienen buen aspecto, pero todos los autores aseguran
que al incubarlos artificialmente los huevos se descomponen y
mueren. Por lo que concluyen que las hembras tienen un poderoso
detector que les indica que huevos son viables y cuales no. Hágale
caso a su serpiente.
El
otro método es mediante la incubación artificial. Para lo cual
necesitará una incubadora. Profesional o casera, siempre y cuando
funcione para mantener los huevos a 31 ó 32º C y con una humedad
del 90%. El sustrato que deberá utilizar para este proceso es la
vermiculita. Para mayores referencias sobre la incubación
artificial, les recomiendo: http://www.ballpython.com/page.php?topic=incubation
Manejo:
Apto para principiantes pero
con algunas reservas, sobre todo cuando se niegan a comer.
Comportamiento:
Muy tranquila. Esta serpiente nunca muerde para defenderse.
Si alguna vez llegara a morder se debe al descuido o imprudencia del
que la manipula, sobre todo cuando se le da de comer. Puede convivir
con otras pitones reales aunque no es muy recomendable ya que son
animales solitarios. Es mejor tener a cada ejemplar en un terrario
separado. Por ningún motivo se deben mantener junto a boas.
Es sabido que las boas pueden portar un virus llamado IBD
o BIBD (inclusion body disease) sin mostrar ningún síntoma,
que para los pitones resulta fatal y las lleva a la muerte.
Observaciones:
Reciben
el nombre de pitón bola porque cuando se sienten amenazadas
esconden la cabeza enrollándose en su cuerpo formando una bola o
pelota.
Son
excelentes como mascotas.
Siempre
serán mejores los ejemplares nacidos en cautiverio, los atrapados
en la naturaleza además de ser cruel su captura, la mayoría de las
veces se niegan a comer.
Bibliografía
y referencias:
McCurley,
Kevin. The complete Ball Python. A comprehensive guide to care,
breeding, and genetic mutations. Editorial Eco.
Coborn,
John. Manuales del Terrario. La pitón real. Editorial
Hispano Europea.
http://www.ballpython.com/page.php?topic=incubation
Foto cortesia de Misfits |